martes, 10 de noviembre de 2015

Cuento Folclórico(2º vez)

ACTIVIDAD 2
ADAPTACIÓN DEL CUENTO TODA CLASE DE PIELES:
Érase una vez, en un pueblo perdido de Marruecos, vivía un matrimonio de ganaderos,  en el que se encontraban alrededor un hermano y dos hermanas del padre. El matrimonio acababa de tener una hija llamada Nadia. La madre debido al gran esfuerzo y a las grandes temperaturas, ya que era verano, falleció. El padre se quedó muy desolado por la gran pérdida. En el testamento que habían escrito recientemente ambos, la madre puso que cuando Nadia cumpliese quince años el padre le daría un medallón que ha pasado de generación en generación y que simboliza el amor eterno entre madre e hija, y un Kaftan, que era un vestido típico de Marruecos, de más de doscientos años de antigüedad, que tenía guardado su madre también de generación en generación.
Pasaron quince años, que fueron unos años magníficos, en los cuales ella tuvo muy buena relación con su padre y ayudó en la ganadería, y fue cuando el padre le dio el medallón y el vestido de su madre. Nadia se puso muy contenta.
 Pasaron tres años, y el padre le dijo a Nadia que tenía que casarse. La hija que sabía que ya era su hora, asintió, pero no sabía que su padre ya había elegido a alguien. Era su tío, con el que había estado trabajando. Nadia no se lo creía y le dijo a su padre que él quería casarse con un joven apuesto, o una persona por la que sintiese algo especial. El padre sintiéndolo mucho le dijo que ya no podía dar marcha atrás, y que lo hacía por el bien de la familia y de la ganadería. La hija que se sentía traicionada por su padre se fue a su habitación llorando.
Al día siguiente el padre entró en la habitación de Nadia y le dijo que en dos semanas tenía que casarse. Nadia dijo que aceptaría si le hacia su tío, su futuro marido, un regalo. Su padre y el tío aceptaron. Nadia dijo que quería un abrigo de toda clase de pieles, por si algún día se mudaban a otro lugar en el que hiciese más frío que en Marruecos. Ambos asintieron. Fue una tarea muy compleja, ya que encontrar las pieles de todos los animales del mundo no era sencillo. Tuvieron que posponer la boda ya que se tardó más de un año en hacerse ese abrigo. Pero finalmente el abrigo se terminó, y el tío se lo dio. El tío le dijo que se casarían la próxima semana y que le gustaría mucho que el vestido que le dejó de herencia su madre se lo pusiese para la boda. Nadia asintió con la cabeza, pero durante ese año estuvo pensando una manera de no casarse con su tío.
Así que esa misma noche se escapó, cogió el vestido de su madre y su medallón que siempre lo llevaba puesto, el abrigo que le habían regalado ese mismo día. Cogió su bicicleta y durante dos semanas pedaleó sin rumbo hasta que vio que no podía más y fruto del cansancio se bajó de la bicicleta, dio algún paso y se desmayó.
 Un día después se despertó, y vio que hacía mucho frio. Cogió su abrigo de toda clase de pieles. No sabía qué hacer, no tenía comida, y estaba muy cansada. De repente vio que se acercaba una serie de personas que iban a caballo. Uno de ellos, que parecía el líder, le preguntó quién era. Nadia que estaba muy nerviosa y asustada, ocultándose un poco con su abrigo de toda clase de pieles, dijo que era una ganadera. El líder de la caballería al ver que estaba asustada, les dijo a sus hombres que se fuese con ellos.
Unos minutos más tarde llegaron donde vivía aquel hombre. Era impresionante, vivía en un palacio enorme, y en el cual había muchos sirvientes. Ese palacio era inmenso, tenia de todo. Nadia se dio cuenta de que era un príncipe; “El príncipe de Dinamarca”. El príncipe se dirigió a ella y le dijo que trabajaría para ella. Él tenía unas tierras a dos kilómetros del palacio. Ella sin hablar mucho asintió con la cabeza.
Al día siguiente se puso manos a la obra y empezó a trabajar de ganadera, con un uniforme muy original ya que ponía las iniciales del príncipe; con otras personas que ya llevaban tiempo trabajando allí.
 Pasaron una serie de meses, y Nadia que ya se había asentado en el lugar, y que no había escuchado ninguna noticia de su familia, se enteró de que se iba a celebrar el baile de palacio, en el cual se elegiría a la futura mujer del príncipe. Nadia, durante todo el tiempo que llevaba aquí, había visto de lejos al príncipe muchas veces, y se había enamorado locamente de él, quería ir a ese baile. El príncipe nunca le vio realmente la cara entera ya que en los pocos momentos que coincidieron, Nadia se tapaba la cara con el abrigo de toda clase de pieles.
Él anunció que el baile se iba a celebrar en una semana. Ella al ser una de sus criadas no podía participar en el baile, pero ella quería ir y no podía desaprovechar esa gran oportunidad. A las doce de la madrugada daría comienzo el baile, en el cual el príncipe elegiría a su futura mujer. Por fortuna Nadia sabía que a esa hora ya había terminado su jornada. Sabía que podía intentar colarse sin que nadie la viese, ya que conocía bien la zona. Y por fin llegó el día, Nadia estaba muy nerviosa, le temblaban las manos, ese día le costó trabajar.
Terminada la jornada a eso de las siete de la tarde, todos los criados y sirvientes del palacio, se fueron a sus respectivos aposentos, pero Nadia que sabía que nadie podía verla, antes de empezar su jornada, cogió una pequeña mochila, pero parecía mágica ya que podía entrar todo tipo de cosas en las cuales guardó su vestido árabe que le había regalado su madre, junto a su medallón, y la escondió en un pequeño rincón de un pasillo, cerca de sus aposentos.
Pasaron las horas hasta que por fin llegaron las doce de la madrugada. El príncipe inauguró el baile con su madre, y en ese baile había muchísima gente, y muchas doncellas dispuestas a conquistar a él. Nadia se cambió en el baño, y sin que nadie la viera se coló en el baile. Entró en la sala, y se quedó impresionada, nunca antes había visto una sala tan grande. Esta vez, la cara se la podía ver, había dejado su abrigo de toda clase de pieles en su habitación. Con el vestido que tenía deslumbrada entre el resto que estaba presente. El príncipe que estaba cerca, se fijó en Nadia y se dirigió a ella. Empezaron a bailar juntos, y el príncipe le preguntó que de dónde era, que no le sonaba su cara. Nadia muy sorprendida ya que el príncipe se había fijado en ella dijo que era muy del sur. De repente vino la madre del príncipe y le dijo que quería que conociese a otra doncella, que la parecía idónea para su hijo. El príncipe sorprendido le  dijo a Nadia que luego seguirían bailando. Pero ella, se puso muy triste y se marchó a su habitación, en la cual había tres sirvientes más. No quería hablar con nadie, aunque sus compañeros se sorprendieron ya que le vieron con ese vestido tan deslumbrante.
 Cinco minutos más tarde, los tres sirvientes se fueron de sus aposentos, ya que vieron el príncipe aparecer. Nadia, la cual estaba llorando se dio media vuelta y se quedó inmóvil. Él se dirigió a ella y le dijo que ella era su futura esposa. Nadia emocionada, le dijo al príncipe que como sabía que era ella, si nunca la había visto. El príncipe con una sonrisa, le dijo que el medallón que llevaba en el baile, era el mismo que el que vio cundo la encontraron la primera vez. Él se volvió a dirigir a ella y le dio un beso. Le dijo “ya he encontrado la futura reina de Dinamarca”. Y así fue, vivieron durante muchos años, felices y enamorados.


-         Elementos cambiados:
·         La protagonista no es una princesa, es una ganadera.
·         La protagonista tiene nombre (Nadia).
·         En el cuento sólo hay un objeto simbólico (medallón), no tres objetos simbólicos.
·         En el cuento sólo hay un vestido (Kaftan), no tres vestidos.
·         En vez de tenerse que casarse por obligación con su padre lo tiene que hacer con su tío.
·         La protagonista cuando se encuentra en el palacio trabaja de ganadera, en vez de cocinera.
·         El príncipe busca a la protagonista a su habitación para que se case con él.



-         Elementos no cambiados:
·         La madre muere al poco tiempo de dar a luz.
·         La protagonista pide que le hagan el abrigo de toda clase de pieles, y lo lleva consigo a donde va.
·         La protagonista se encuentra al príncipe en el bosque y le lleva a su palacio.
·         El príncipe no consigue ver la cara de la protagonista, ya que se la tapa con el abrigo de toda clase de pieles.
·         El baile de palacio tiene el mismo procedimiento, el príncipe por medio de un baile intenta encontrar a su futura esposa.
·         Por último el desenlace del cuento es el mismo ya que tanto el príncipe como la protagonista acaban juntos.

Edad a la que está referida este cuento:

Este cuento está referido a niños de 4º de primaria, ya que a esas edades ya conocen muchos cuentos tradicionales y además trabajan aspectos similares. Por lo cual este es un cuento que pueden comprender sin problemas y que les puede gustar mucho. Este cuento les puede aportar más conocimientos sobre los diferentes tipos de cuentos que existen.

1 comentario:

  1. Bueno... encuentro los mismos errores (exactamente los mismos) que la vez anterior. Ella no hace nada para enamorar al príncipe y es pasiva. Además no has explicado cada uno de los cambios en relación con la edad de los receptores.Todo lo que se modifica en una adaptación ha de ser con un criterio. En este caso, tenéis que adaptar un cuento a una edad. Todo cambio que no se justifique en la adecuación a la edad de los receptores no es necesario y no estará justificado si tú no lo argumentas.

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